martes, 20 de enero de 2015





BLANCO



Nuestra casa es nuestro hogar. Es nuestro sitio de descanso, de relajarse, de disfrutar y de recargarse para afrontar el día a día. Todos intentamos decorar nuestra casa y darle nuestro toque personal. Utilizamos diferentes tipos de muebles, diferentes estilos, diferentes colores y diferentes ambientes. En realidad, nuestro único fin es encontrarnos lo más cómodos posibles y disfrutar de ese espacio tan personal. Es nuestro rincón de seguridad. Seguramente, cada uno tendrá unos colores preferidos, esos colores que le aportan el sentirse a gusto. La tierra hace lo mismo. Sí. La tierra también se decora y tiene su propio estilo y sus propios colores. Tiene infinidad de salones y espacios diferentes. Algunos los decora con colores marrones como puede ser el desierto o las montañas. Para el desierto utiliza colores marrones pero con texturas suaves, cálidas y movibles. Para las montañas utiliza esos colores marrones pero duros, fuertes, robustos e inamovibles. Qué decir de los tonos verdes, igual los utiliza para pequeñas plantas llenas de vida y riqueza que los utiliza para grandes árboles que desafían las alturas. Lo del color verde es más que sorprendente, existen tal cantidad de tonos de verdes y matices que somos incapaces de poner nombre a todos ellos. Para nosotros, simplemente, es verde aunque hay muchos verdes. Luego utiliza los colores rojos, los rosas, los blancos, los lilas, los amarillos, los naranja, etc., que mediante las flores va dando toques de color a sus distintos salones. Sin olvidar que da color y olor. No hay nada como el aroma de las flores y su fragancia. Como veréis la tierra también decora su casa y, muchas veces, lo hace para nosotros, para que disfrutemos. Sin embargo, hay un color que le gusta mucho a la tierra, yo diría que le encanta. Su color preferido para jugar y cambiar temporalmente su aspecto, es el blanco. Cuando la tierra quiere cambiar algo por un espacio de tiempo reducido utiliza el color blanco. Da pequeños toques que poco después desaparecen. Las nubes blancas decoran el cielo, pasan lentamente y desaparecen. También cubre los picos de las montañas de color blanco para su deleite. Lo que más, lo que más le gusta es la nieve. Disfruta como los niños cuando se decide a jugar con la nieve. Lo cubre todo de su color favorito, el blanco. Le da forma a las casas, las calles son blancas, los árboles son completamente blancos, etc. Según dice, disfraza a los árboles. Sin olvidar que, al mismo tiempo, con el agua da vida a todos. La nieve nos da frío, sin duda, pero también fiesta y alegría. Sí, definitivamente, a la tierra le gusta el blanco.

A.Machancoses

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